Este pasado martes, 1 de diciembre, se celebró el Día Mundial del Sida. Según datos de ONUSIDA, en 2019, 8 millones de personas vivían con el VIH alrededor del mundo. 75,7 millones han contraído la infección por el VIH desde el comienzo de la epidemia y 32,7 millones han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el Sida.
Pero también tenemos que hablar de otros datos, como que desde el pico alcanzado en 1998, las nuevas infecciones por el VIH se han reducido en un 40%. Los avances en la Medicina y la información han conseguido ralentizar el progreso de la enfermedad y su transmisibilidad, pero no han logrado su desaparición.
Además de los perjuicios en la salud física, el SIDA conlleva otros que atacan directamente a la psicología de las personas: la estigmatización de la enfermedad y de aquellas persones que la padecen.
Las personas que viven con el VIH se enfrentan a discriminaciones sociales, laborales… Promovidas por su género, identidad u orientación sexual y ello provoca que, en muchas ocasiones, retrasen la inscripción en la atención médica hasta que ya se encuentran en un estado muy avanzado de la enfermedad.
Y mientras sigan existiendo estas actitudes y comportamientos, seguirá siendo necesario conmemorar días como el 1 de diciembre.
Para comentar todos estos aspectos, y también, cómo está afectando la COVID-19 al seguimiento de las personas que viven con VIH, esta semana hemos entrevistado a la presidenta del Comitè 1r de Desembre, Mercè Meroño, una plataforma de ONG que luchan para erradicar el estigma y la discriminación, mejorar las condiciones de vida de las persones con VIH/sida y garantizar los derechos sexuales y reproductivos.
Aquí tenéis la entrevista.
Podéis acceder al programa completo de Reenfoca2 del 3 de diciembre en Ivoox. Y en Spotify.
Crédito de la imagen: Comitè 1r de Desembre
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